El cuento fantástico en Cortazar.

Para acercarnos a la especificidad de loa fantástico en Cortazar, consideraremos en primera instancia las concepciones que plantea el mismo autor en su ensayo “Aspectos del cuento”.
Casi todos los cuentos que he escrito pertenecen al género llamado fantástico por falta de mejor nombre, y se oponen a ese falso realismo que consiste en creer que todas las cosas pueden describirse y explicarse (…) dentro de un mundo regido más o menos armoniosamente por un sistema de leyes, de principios, de relaciones de causa y efecto

En este apartado deja claro que su concepción cuento debe no ser un retrato de la realidad racional y positivista propiamente tal sino buscar una realidad alterna a ello. Propone más adelante que un cuento como la fotografía toma un fragmento de la realidad y lo abre, lo expande a una realidad más amplia, lo convierten en algo significativo que apunta más allá de lo anecdotario rompiendo así con lo cotidiano. Establece también que no hay tema bueno ni malo per sé sino un bien o mal tratamiento del tema.

Para tratar bien un tema establece que aunque sea una realidad trivial debe generarse suspenso, algo que atraiga como un núcleo magnético al lector y lo mantenga interesado en el relato. Esta tensión reside en la manera en que el narrador va a cercando al lector a lo contado “la intensidad de la acción como la tensión interna del relato son el producto de lo que antes llamé el oficio de escritor”

Por otra parte diversos teóricos han tratado como se desarrolla lo fantástico en la narrativa cortazariana. Saúl Yurkievich en su ensayo “Borges/Cortazar: mundos y modos de la ficción fantástica” trata sobre como la ficción se presenta distintamente en ambos autores argentinos. Indica que Cortazar parte de lo real inmediato, creando ambientes con espacios, personajes y acciones que semejan al propio hábitat del lector, acercando al lector a la realidad que construye, familiarizándolo con ella, así mismo presenta al personaje como una persona común y corriente, un semejante al lector, y6 es desde el interior de este escenario cercano y cotidiano que produce el desarreglo enrarecedor



La otredad

Con este término se designan las manifestaciones de “lo otro”. Ese aspecto que forma parte de la realidad, que está sumergido en ella pero en la cual el hombre no repara.

Corresponden a manifestaciones extrañas de la realidad tales como reacciones violentas y monstruosas internas del hombre, también puede encontrarse en situaciones de rechazo de grupos o individuos opuestos a la normalidad; en abstracciones del ser y división de la persona, o en la entrada de fuerzas extrañas en el ámbito racional de la realidad.

El elemento fantástico, se nos presenta sumergido en la cotidianidad y sin intentar generar en el lector la reacción que antes se buscaba. Como él mismo lo dice:
"Algo me indicó desde el comienzo que el camino hacia esa otredad no estaba, en cuanto a la forma, en los trucos literarios de los cuales depende la literatura fantástica tradicional para su celebrado ‘pathos’, que no se encontraba en la escenografía verbal que consiste en desorientar al lector desde el comienzo, condicionándolo con un clima mórbido para obligarlo a acceder dócilmente al misterio y al miedo... La irrupción de lo otro ocurre en mi caso de una manera marcadamente trivial y prosaica, sin advertencias premonitorias, tramas ad hoc y atmósferas apropiadas como en la literatura gótica o en los cuentos fantásticos actuales de mala calidad... Así llegamos a un punto en que es posible reconocer mi idea de lo fantástico dentro de un registro más amplio y más abierto que el predominante en la era de las novelas góticas y de los cuentos cuyos atributos eran los fantasmas, los lobo-humanos y los vampiros"
Julio Cortazar
en “Aspectos del cuento fantástico”

De este modo, del mismo modo que en el surrealismo se pintaba monstruos imaginarios que supuestamente yacían en nuestro subconsciente, Cortazar en sus cuento libera a ese otro que se encuentra escondido tras de cada cosa de la realidad, en aspectos tan cotidianos como las hormigas, un viaje en bus, o una ida a la milonga.



Esquema de Mac Adam

Finalmente, es importante considerar cómo se plasman estructuralmente estas realidades en la narrativa de Cortazar. Mac Adam propone un esquema de tres elementos, que según él siempre se hallan en la cuentística cortazariana, a saber: la existencia de una presencia ajena, los personajes secundarios y la víctima.

Por otro lado, también destaca la presencia de tres situaciones básicas que son constantes en los relatos de Cortazar y que se revelan siempre en el mismo orden: (1) una situación inicial donde el lector se familiariza con los personajes y con la realidad que se le presenta, (2) la descripción de cómo una presencia ajena influye en la vida de los personajes, (3) una situación en la cual se manifiestan las consecuencias de esa intervención ajena.

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